Fuimos tanto, durante tanto tiempo
que parece mentira que ahora "fuimos"
en vez de "somos".
Creo que aún recuerdo tu risa,
tan armoniosa, tan pegadiza,
incluso tu facilidad para hacerme feliz,
tu caballerosidad.
Pero tengo más presente
aquel extraño día
en el que me vi reflejada en tus ojos
tan cargados de amor, como de costumbre
y no me encontré,
vi a una extraña con ojos tristes
gritándome, suplicándome,
y decidí correr
aunque eso nos destrozara
aunque fuera romper nuestro "nosotros"
aunque sabía que estaba creando tu fin.
Decidí salir de ti, cariño,
la cárcel más bonita que he tenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario